miércoles, 1 de enero de 2014

Pero soy

Cuando me vine a casa
y caí en la salsa
de tu escasa
e insensata carcasa
me sentí inducido
a pecar, perdido,
impedido 
para cualquier cosa
con sentido.
Y caí
tan alto,
que me perdí
en el campo
de la estética
lisérgica
y la dialéctica
verborreica.
Y me drogué,
canté,
mamé,
chupé,
salpiqué
y enfrascado en lo peor
me armé de valor,
una mañana de calor
y de resaca
para dejar de ir a ver
a la Paca
en el poblado de la roña
y limpiarme sus ponzoñas.
Y aunque nunca volví 
a ser el mismo,
soy.
Otro.
Pero soy.

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