martes, 14 de marzo de 2017

Casi, casi

Casi nos vemos, casi nos llamamos, casi nos hablamos. Casi.

Cuanto falta para el siguiente casi?

Vuelve pronto a mi vida.

Siento que me picas, me picas como un muñón, como una miembra amputada.

Y si no vuelves, no me podré rascar.

Tengo un problema.


Me cuesta definirlo,
me cuesta darle forma,
ponerle un nombre.

Es...
un anhelo de obras acabadas
enfangado
en un hastío
de trabajo por hacer.
No es que no me guste trabajar,
trabajo bien,
para otros,
para otras
empresas
ajenas.

Pero...
en el momento preciso,
en el que tengo
que actuar,
por mí,
para mí,
para el universo infinito e insondable,
me siento inútil,
me siento enfermo,
me siento cansado,
me siento triste.
Y sólo tengo ganas de embrutecerme.

Por qué será?

Hay alguien,
ahí fuera,
que me quiera ayudar?