sábado, 19 de julio de 2014

Manual de autoayuda para gilipollas



Disfruta de tu helado y alégrate de no ser de Gaza.

Disfruta de la paella y alégrate de no tener que elegir entre matar a doscientos y perder el control sobre una zona de influencia de tu país.

Disfruta de las migajas de tu plato sin pensar en el atracón que se están dando los de al lado.

Disfruta de tu mente privilegiada y tu corazón lleno de amor mientras otros le desean la muerte a cientos de miles de madres.

Dale a la gramola mientras esos niños se mueren de hambre.

Vota a tu partido de siempre mientras te roba todo lo que tus antepasados lucharon por conseguir.

Vuela a casa tranquilo dejando tras de ti un infierno de muerte y destrucción.

Deja que tu Calipo se derrita al sol para bebértelo templadito mientras los moros de la franja le tiran bombas caseras a una superpotencia militar y ven como sus hijos son asesinados en masa.

Combate la apatía pellizcándote en las axilas con una pinza para la ropa.

Congela tus esperanzas en el frigorífico del sótano de la casa de la playa de tus abuelos maternos.

Cambia tu sofá por una cama de clavos y disfruta de la incomodidad del fakir.

Muérdete la lengua antes de decirle a tu tío el votante del PP todo lo que se merece y arruinar la cena de navidad, quién sabe cuanto va a durar tu abuela, ya lo matarás cuando ella no esté para verlo.

No hay más excusas que valgan, hoy tienes que hacer desaparecer los pelos de la nariz.

No te obsesiones con el marrón, el naranja y el rosa combinados también pueden llevarte a la arcada e incluso al vómito.

Martiriza a tu hermano menor mientras puedas, pronto crecerá más fuerte y listo que tú y te las devolverá con creces.

Nunca me ganarás al monopoli, si no haces trampas no serás un buen hombre de negocios.

Maltrata a tu madre, hazle saber que la odias por haberte dado a luz tan tonto y feo.

Empieza una guerra que no puedes ganar, entra en los anales de la historia como uno de esos millones de nombres a olvidar.

Camina hacia atrás hasta que te caigas y te hagas daño, échale entonces la culpa a algún factor exterior que te permita seguir engañándote y caminando de culo.

Sí, eres un cara culo, sí, eres un cabeza buque, sí, eres una mierda pinchá en un palo. Suicídate.

Malbarata tus fuerzas en mil batallas tangenciales para no tener que enfrentarte al dragón que lleva años devorando tus entrañas.

Mata a esa araña que cuelga de tu cuarto y jódete después cuando te coman los mosquitos en una noche de verano abrasador.

Arremángate los camales del pantalón para no ensuciarte con tu propio vómito, después de haber pasado la mejor noche de tu vida de la que no te puedes acordar.

Manda el mundo a la mierda y create uno a tu medida, en el que todo aquello que te rodee vaya en consonancia con tu mentira vital más profunda, que es la que ha regido tu vida desde la infancia.

Olvida todo lo aprendido y no vuelvas a aprender nada, deja que la enfermera te seque las babas y te limpie el culo de mierda. Sé feliz.

ketchup

Camina por la vida como si no hubiera aceras, 
hunde tus brazos en la arena del tiempo hasta el codo 
y arranca de cuajo el corazón del mundo 
para comértelo con ketchup.