¿Qué vamos a hacer con este cuerpecillo depresivo y miedoso,
que se arrastra por la vida como un ente canceroso,
de la sociedad activa?
Sí, sociedad activa.
Vuelvo a tener trabajo.
Curro para el enemigo.
Miento, engaño e idiotizo.
Soy el rey de la comedia, soy el payaso asesino,
de lo poco que le queda a la gente en su azotea.
Grabo, corrijo y magnifico las miserias de gentuza
que tendrían, sin embargo, que arrastrarse por limosna.
Pero qué más nos da, si se agrandan y enriquecen en el mundo de la subnormalocracia.
No, no me hace gracia.
Sólo paga el alquiler.
Y mis vicios, que no son pocos.
Ya no me como los mocos.
Pero salgo cada día a la calle y certifico
el alto grado de miseria de espíritu.
Y aunque no quiera, identifico
a los tontos y anormales que pagan con su estulticia
este sueldo de miseria.
¿Cuánto más he de venderme para estos monos con bombín?
Altos, sonrientes, rasurados,
educados.
Y con un punto de listeza,
ya que no de moral o inteligencia.
¿Quien es más tonto?
¿Ellos que lo provocan y se enriquecen?
¿O yo que me dejo vencer y caigo en la apatía?
¿Debo volver a las listas del Hartz IV?
Vaya mierda de poesía.
Yeah!
ResponderEliminarja ja ja! tengo que ponerme a recitarlas... a ver si toman cuerpo...
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